Cómo prevenir el desgarro durante el parto
Optar por un parto vaginal para el nacimiento de tu hijo requerirá que tu vagina se estire lo suficiente como para permitir que la cabeza del bebé atraviese la abertura vaginal. A veces no estás a la altura de las expectativas y, lamentablemente, el feliz acontecimiento de dar a luz puede verse algo empañado por un desgarro perineal (muchas veces denominado desgarro vaginal que requiere puntos de sutura) .
Es muy probable que el tamaño de la cabeza del bebé, a medida que avanza a través de la abertura vaginal, deje desgarros en el perineo. Esta zona recibe mucha presión en tanto la cabeza del bebé desciende, estirándose y posiblemente desgarrándose. Estos desgarros se conocen como laceraciones perineales.
Las laceraciones en las que solo se desgarra la piel se conocen como desgarros de primer y segundo grado. Por su parte, las laceraciones más graves se denominan desgarros de tercer y cuarto grado.
Incluso, el mejor médico no puede garantizar que no experimentarás algún grado de desgarro durante el parto. Proporcionar opciones que potencialmente puedan prevenirlo durante el parto, puede tener un gran impacto en tu recuperación posterior.
Hay varias cosas que puedes hacer para minimizar el riesgo de desgarros perineales y su gravedad.
Antes del parto
1. Fortalecer los músculos del suelo pélvico
Quieres estar segura de que tu cuerpo está preparado para el parto. El músculo principal del suelo pélvico, el pubococcígeo, se encuentra alrededor de las aberturas de la uretra, la vagina y el recto. Con ejercicios perineales, como los ejercicios de Kegel, estarás fortaleciendo los músculos del suelo pélvico.
Simplemente aprieta los músculos alrededor de la vagina. Posiblemente hayas hecho esto de apretar o "retener" antes, como cuando estás fuera de casa, necesitas el baño y no hay ninguno disponible. Aprieta durante 10 segundos y suelta. Repite esto a lo largo del día. Para que estos músculos sigan funcionando bien, puedes practicar los ejercicios del suelo pélvico por el resto de tu vida.
2. Fisioterapia Especializada
Los músculos perineales pueden debilitarse debido al exceso de peso, el embarazo, el parto y los cambios hormonales. La fisioterapia entrena los músculos perineales para mejorar su fuerza y flexibilidad, además de fortalecer el suelo pélvico.
Se utilizan diferentes técnicas, como un programa de ejercicios personalizado y estimulación eléctrica.
Además, después del parto, si se produce un desgarro, el trauma perineal afecta el bienestar físico y psicológico de la mujer, llegando incluso a interrumpir la lactancia. La fisioterapia especializada es importante en el período posnatal temprano para minimizar los efectos causados por el trauma perineal.
3. Come bien
Para desarrollar una buena integridad de la piel y los tejidos, las mujeres embarazadas necesitan una variedad de vitaminas y minerales. Seguir una dieta saludable puede ayudar a garantizar que sus tejidos estén sanos y conserven su elasticidad, además de proteger el perineo contra desgarros.
Desafortunadamente, en el siglo XXI, una dieta "normal" no es saludable. Esta a menudo carece de nutrientes vitales, especialmente si consumimos alimentos refinados y demasiado procesados. Dado que las frutas y verduras orgánicas no siempre son posibles, es necesario tomar un suplemento que proporcione al cuerpo una dosis confiable de proteínas, vitaminas, minerales y carbohidratos.
La dosificación de vitaminas no debe realizarse durante el embarazo sin el conocimiento de su médico. La razón de esto es que algunos suplementos contienen ingredientes activos con fuertes efectos biológicos y su seguridad no siempre está garantizada, ya que pueden interactuar con medicamentos recetados.
4. Realizar masaje perineal
Se ha demostrado en muchos estudios clínicos que el masaje perineal (también conocido como masaje de perineo) reduce las posibilidades de sufrir desgarros durante el parto. Este consiste en masajear el área entre la vagina y el trasero para prepararse para el parto.
A partir de la semana 35, comienza a masajear tu perineo usando aceites de masaje perineal para hacer que el tejido vaginal sea más elástico y flexible. Hay varios aceites vegetales excelentes, como el aceite de almendras, el de oliva y el de coco, entre otros, que puedes utilizar para el masaje.
Durante el parto
5. Ten confianza en tu partera o doula
El resultado del parto depende de la experiencia de la futura madre. Las mujeres modernas tienen planes de nacimiento. Expresan con precisión qué ideas de parto tienen en mente. Planifican quién asistirá al parto, el proceso de parto que desean seguir y qué intervención médica permitirán.
Tener confianza en su 'equipo de apoyo' es la etapa y la mentalidad correctas para el parto. Una futura mamá confía en que su equipo médico le habrá aconsejado sobre las mejores formas de prepararse para el parto y cómo evitar desgarros.
Una doula, por ejemplo, brinda apoyo emocional y físico durante el embarazo y el parto. La doula te mostrará habilidades de relajación y respiración, y te dará consejos sobre el proceso del parto y cómo afrontar posibles complicaciones como un desgarro.
6. Utilice una compresa tibia
Durante la etapa de coronación, una doula puede aplicar una compresa tibia en el perineo para ayudar a prevenir desgarros durante el parto. Esto se consigue colocando una toalla limpia en agua caliente y escurriéndola. Luego se deja enfriar a una temperatura agradable y se aplica sobre el perineo, calmando la zona y aportando alivio. Las compresas tibias ayudan a aumentar el flujo sanguíneo al área. Además, si se produce un desgarro, la presión puede ayudar a reducir la gravedad del daño en el perineo.
La Organización Mundial de la Salud recomienda utilizar una compresa perineal tibia, lo cual demostrado que reduce los desgarros perineales de tercer y cuarto grado. El calor estimula los receptores térmicos de la piel y los tejidos profundos para reducir el dolor.
7. Soporte perenne con entrega controlada
Durante el proceso del parto, tu matrona o doula sostendrá el perineo con una mano mientras sostiene la cabeza del bebé con la otra. La cabeza está en la posición óptima para el parto, lo que en última instancia significa menos presión sobre el perineo.
Durante la etapa de coronación, la partera o doula ralentizará deliberadamente el nacimiento de la cabeza del bebé. Este parto lento y controlado es importante para evitar el trauma perineal. Se le habrá aconsejado a la madre que no puje durante esta etapa, lo que reduce la posibilidad de que se produzcan laceraciones.
8. Parto en el agua
Hay algunas salas de parto que cuentan con bañeras. Además de aliviar el dolor, se cree que los partos en el agua pueden prevenir los desgarros durante el parto. La razón de esto es que el agua tibia ablanda el perineo.
Hay mucho debate sobre si los nacimientos en el agua de hecho previenen los desgarros del perineo. Algunos estudios muestran que disminuyen la tasa de desgarros de tercer y cuarto grado. Estas laceraciones pueden provocar problemas a la madre, como dificultad para sentarse y tener que lidiar con incontinencia fecal y urinaria.
9. Practica técnicas de respiración
Saber cómo respirar correctamente durante el trabajo de parto puede ayudar a reducir el riesgo de desgarro. Habrá momentos durante el parto en los que querrás pujar, pero no es el momento adecuado. Durante el trabajo de parto y el nacimiento se respira de manera diferente, pero al practicar técnicas de respiración, aprenderás a utilizarla para que tus contracciones sean más productivas.
10. Elige la posición de parto adecuada
Tu posición de parto puede influir en la posibilidad de desgarros. Ponerse en cuclillas, por ejemplo, puede aumentar las posibilidades de sufrir uno. Hay una serie de posiciones de entrega que te brindan más posibilidades de reducir el riesgo de sufrir un desgarro vaginal durante el parto.
En el pasado, siempre se animaba a las mujeres a dar a luz acostadas boca arriba. Pero hoy en día se cree que esta posición aumenta el riesgo de desgarro por la presión que ejerce sobre el perineo.
Acostarse de lado o ponerse a cuatro patas ejerce menos presión sobre el trasero, minimiza las laceraciones y disminuye el dolor de las contracciones.
Resumiendo
Dar a luz es una experiencia alegre. El dolor y el desgarro durante el parto se olvidan momentáneamente cuando miras a tu nuevo bebé.
La realidad es que puedes estar enfrentando un desgarro perineal debido al fuerte estiramiento perineal durante el parto. No hay necesidad de permitir que estas laceraciones resten valor al trascendental acontecimiento de dar vida.
Estos consejos sobre cómo prevenir los desgarros durante el parto te permitirán recordar el nacimiento de tu bebé como un evento libre de estrés y desgarros, y que vale la pena repetir.