5 formas sencillas de preparar tu cuerpo para el parto
Dar a luz es una experiencia única e impredecible para cada mujer. Puede plantear diferentes desafíos, especialmente si el cuerpo y el canal de parto no estaban preparados para la experiencia. Por lo tanto, tomarse el tiempo para prepararse y acondicionar tu cuerpo para el parto no solo aumenta su fuerza física y resistencia, sino que también reduce el estrés y la ansiedad: te sentirás con mayor en control en una situación aparentemente incontrolable. Siempre debes hablar con tu médico, partera o doula sobre la frecuencia y el esfuerzo con el que debes realizar tus ejercicios físicos.
Ejercicios para preparar el cuerpo para el parto.
Existen algunos métodos confiables para preparar el canal de parto para ese momento. Tu cuerpo naturalmente afloja y relaja los músculos del piso pélvico para ayudar durante el proceso. Estos ejercicios perineales ayudan aún más a ese proceso natural de preparar el cuerpo y el canal de parto para un parto más fácil y menos doloroso.
Sentadillas profundas
Hacer sentadillas durante el embarazo puede parecer demasiado extenuante físicamente, pero son fantásticos ejercicios de resistencia que aportan muchos beneficios. Comienza en posición erguida con los pies ligeramente más anchos que el ancho de las caderas. Respira profundamente y agáchate lentamente. No te esfuerces más de lo que puedes hacer cómodamente. Asegúrate de mantener una buena postura y no te apresures al hacer las sentadillas. Si sientes que vas a perder el equilibrio, apoya ligeramente las yemas de los dedos sobre una mesa o pared.
Postura del niño con las piernas anchas
Esta es una postura que ayuda a relajar los músculos del suelo pélvico y de toda la zona abdominal. También calma tu mente y abre tus caderas, lo que reduce el dolor o la incomodidad durante el embarazo y el parto. Ponte a cuatro patas con las rodillas separadas a la altura de las caderas y permítete estar cómoda y relajada. Siéntate con las caderas presionadas sobre los talones e inclínate lentamente hacia adelante con los brazos estirados frente a ti. Estírate lentamente hasta que tu frente toque el suelo y deja que tu cuerpo se relaje por completo. A medida que avance el embarazo, puedes separar las rodillas hasta que tu vientre se sienta cómodo en esta postura.
Postura de mariposa
Siéntate en el suelo y junta las plantas de los pies. Tus rodillas apuntarán hacia lados opuestos y tus caderas estarán bien abiertas. Inclínate ligeramente hacia adelante, agarra tus pies o tobillos con ambas manos e intenta acercarlos suavemente hacia ti tanto como sea posible. Mantén esa posición y respira profundamente. Libera los músculos internos del muslo.
Sentada a horcajadas
Siéntate en el suelo y separa las piernas en forma de V. Respira profundamente y siente cómo se relajan los pies, las caderas y los músculos pélvicos. Presiona la pelvis hacia el suelo y endereza la columna. Mantén la postura, respira profundamente (es importante practicar tu técnica de respiración) y suelta.
Masaje perineal para acondicionar el canal de parto para el parto.
El perineo es el área entre la vulva y el ano que se estira durante el parto. Consiste en tejido blando que puede sufrir traumatismos o desgarros perineales debido a la presión de la cabeza del bebé, especialmente si no se prepara adecuadamente antes del parto. Se ha demostrado que el masaje perineal (también llamado masaje del perineo) reduce las posibilidades de desgarro y episiotomía, además del dolor posparto .
Puedes empezar alrededor de la semana 35 del embarazo. El masaje debe realizarse durante unos 5 a 10 minutos, 3 a 4 veces por semana. Lo ideal es hacerlo después de un baño tibio o luego de colocar una compresa tibia en el perineo para ayudarte a sentirte relajada y a gusto. Utiliza un lubricante seguro, sin fragancias y natural. Puedes hacerlo insertando el pulgar (después de cortarte las uñas) aproximadamente 1 pulgada en la abertura vaginal, presionándolo hacia el recto y manteniéndolo así por hasta 2 minutos, mientras respiras profundamente. Luego, desliza lentamente el pulgar desde el fondo de la vagina hacia un lado unas cuantas veces en cada dirección. No debería doler. Si tu vientre es demasiado grande como para que sea difícil alcanzar el perineo, solicita la ayuda de tu esposo o pareja.
O puedes utilizar la novedosa herramienta de masaje perineal Perimom, que te permite llegar más allá de la panza del bebé para realizar un masaje perineal por tu cuenta.
Lee más sobre esto en la Guía definitiva para el masaje perineal.